Hace mucho, mucho tiempo, vivía un
anciano muy pobre.
El anciano estaba muy triste porque había
perdido a su esposa e hijo.
Un día visitó la tumba de su familia y
dijo: "Estoy contento sólo cuando estoy aquí. Quiero estar junto a
ustedes." y pasó mucho tiempo ante la tumba.
Al regreso vió a una familia que estaba
esparciendo sojas por la casa para expulsar a los demonios, "¡Afuera los
Demonios! ¡Venga la Fortuna!"
El anciano pensó: "Hoy es víspera
del primer día de la primavera" y al llegar a casa buscó unas sojas y una
máscara de demonio que un día hizo su hijo.
El anciano añoró esos días felices y se
pusó muy triste. Se colocó la máscara en el rostro y dijo: "Yo soy un
desahuciado por la fortura. ¡Que sea lo que sea! ¡Que vengan los demonios!
¡Afuera la fortuna! ¡Que vengan los demonios!"
Exclamando al contrario tiró unas sojas.
En ese momento, alguien llamó a la
puerta: "toc toc", el anciano salió y se sorprendió mucho al ver a
muchos demonios.
Uno de ellos le dijo: "Buenas
noches. Me echaron de una casa pero oí que tú me invitabas ¿verdad? Quiero
calentarme en el fuego porque tengo mucho frío."
En eso, todos los demonios repitieron lo
mismo en coro: "Queremos calentarnos en el fuego, tenemos mucho
frío."
El anciano se sorprendió mucho pero
estaba muy contento porque después de mucho tiempo alguien venía a visitarlo.
El anciano les dijo: "Entren por
favor. Están en su casa."
Pasado un rato los demonios le dijeron:
"Ya no tenemos frío gracias a tí. Queremos regalarte algo. ¿Qué
quieres?"
El anciano les contestó: "Nada,
gracias. Estoy contento porque esta noche no estoy sólo. Pero si tuviese
"sake" podríamos tomar juntos"
Los demonios le dijeron:
"¡Espéranos. Volvemos pronto!" y salieron de la casa.
Al poco rato los demonios trajeron mucha
comida, sake y mucho dinero.
Todos lo pasaron bien.
Al amanecer un demonio dijo al anciano:
"Ya empieza a amanecer. Tenemos que regresar. Nos divertimos mucho gracias
a tí. ¡Nos vemos el año que viene!", salieron de la casa y desaparecieron.
El anciano erigió una tumba para su
familia con mucho dinero que los demonios le habían dado.
Este, delante de la tumba dijo: "Voy
a vivir muchos años porque todos los años tengo que invitar a los demonios."
El anciano puso cara alegre y regresó a
casa.
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