Bienvenid@ a este bosque nebuloso. Disfruta de tu estancia.

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sábado, 24 de diciembre de 2011

El escaparate

    Cuando inauguraron la nueva tienda de ropa en el paseo principal de la ciudad todos estaban expectantes antes los coloristas e innovadores escaparates. Y es que no era para menos, los maniquíes, de bellas facciones, casi humanas, parecían dirigir su mirada de vidrio coloreado a los viandantes y las ropas que vestían eran tan espectaculares que hacían que la gente no dejase de mirarlas.

    La joven salía del trabajo y pasaba por la acera de enfrente. De repente se percató de que la tienda ya había abierto sus puertas al público y, cruzando la calle, como si una fuerza interna la impulsara a acercarse al escaparate, allí se dirigió. Una vez allí, su atención fue completa para un vestido de gasa azul con pedrería que vestía una bella maniquí de pelo oscuro, largo y muy rizado, con los ojos de un vidrio del mismo tono azul cielo que el vestido. Ella miró el precio y sonrió.

    Sí, era el vestido ideal para su cita. Cuando cobrase, se lo compraría. Además, se dio cuenta de que, como su constitución era semejante a la del maniquí, aquel vestido le sentaría como un guante. La verdad es que le dió mucha pena por aquel hermoso maniquí sin vida, pues era una simple imitación de una persona que nunca llegaría a ser, sólo era una pobre muñeca de plástico.

    Cada día de aquella última semana del mes, la chica al pasar ante el escaparate se paraba a mirar "su vestido azul". Por fin, a últimos de mes, cuando cobró su sueldo, entró a la tienda, se probó el vestido y deslumbró a la gente que estaba en la tienda, tan preciosa como se veía con él.

    El maniquí, desnudo, que habían girado desde el escaparate, también la miraba, pero no había sorpresa en sus ojos, si no más bien odio... bueno, eso parecía, aunque suene a tontería, pues, era sólo una muñeca... ¿o no?

    Aquella noche, la chica había quedado para cenar y se puso su vestido nuevo. Al pasar junto al escaparate se paró para ver con qué nuevo vestido habían adornado al maniquí que llevaba el suyo y se sorprendió al ver que la muñeca aún estaba desnuda, al fondo de la tienda. Pero su sorpresa fue mucho mayor al ver a la muñeca encendiendo el interruptor de la luz de la tienda y acercándose a ellos, hasta el escaparate. La chica y su novio estaban aterrorizados y no podían moverse, como si el terror hubiese pegado sus pies al suelo.

    La muñeca avanzó con decisión y entró al escaparate. Una vez allí se lanzó con toda su fuerza contra el cristal, rompiéndolo en mil pedazos que fueron a clavarse en los paralizados cuerpos de la chica y su acompañante, cayendo ambos al suelo.

    Entonces la muñeca salió del escaparate para ensañarse con la joven.

    La golpeó con fuerza y cogió un trozo grande de cristal para clavárselo varias veces por todo el cuerpo, haciendo cortes profundos y sangrantes. Su novio, en el suelo, había quedado inconsciente por el golpe.

    Ella no podía apenas moverse, sólo gritaba y lloraba en la calle desierta mientras notaba como la vida se le iba escapando de su ser. Sus ojos se clavaron en los ojos azules del maniquí, que le dijo con una voz gutural:

    - "¡¡¡ERES UNA LADRONA!!!"

    Después de asegurarse de que la chica estaba ya muerta, aquel maniquí, bello, grácil, de apariencia inofensiva y tan real que parecía humano... volvió a su lugar, con su vestido azul puesto, luciendo desde el escaparate la mejor de sus sonrisas.

2 comentarios:

Lu Morales dijo...

Hola!!
Lo primero,... FELIZ NAVIDAD!!
Espero que la noche la pasaras genial, con los tuyos riendo, comiendo, bebiendo, y disfrutando; que de eso se trata. Y que el resto de las fiestas lo pases así, ante todo siendo feliz.

Besos!!

duende de la niebla dijo...

Gracias, si estamos pasando un buen día y espero que tus fiestas sean buenas para ti y los tuyos!!!!