Anónimo hindú
Era un aspirante espiritual con mucha motivación, pero tenía una mente muy dispersa. Tuvo noticias de un sobresaliente mentor y no dudó en desplazarse hasta donde vivía y decirle:
-Respetado maestro, perdona que te moleste, pero mi gratitud sería enorme si pudieras proporcionarme un tema de meditación, puesto que tengo decidido retirarme al bosque durante unas semanas para meditar sin descanso.
Bienvenid@ a este bosque nebuloso. Disfruta de tu estancia.
Bienvenid@ a este bosque nebuloso. Disfruta de tu estancia.
domingo, 29 de mayo de 2011
Los eruditos
Anónimo hindú
Iba a celebrarse un congreso sobre la mente al que tenían que asistir un buen número de eruditos especializados en el tema. Para tal fin, un grupo de ellos debía viajar de su ciudad a aquella otra en la que iba a tener lugar el acontecimiento. Para cubrir el trayecto, los eruditos tomaron el tren y consiguieron un compartimiento para ellos solos. Nada más acomodarse en el compartimiento comenzaron a hablar sobre la mente y sus misteriosos mecanismos.
Iba a celebrarse un congreso sobre la mente al que tenían que asistir un buen número de eruditos especializados en el tema. Para tal fin, un grupo de ellos debía viajar de su ciudad a aquella otra en la que iba a tener lugar el acontecimiento. Para cubrir el trayecto, los eruditos tomaron el tren y consiguieron un compartimiento para ellos solos. Nada más acomodarse en el compartimiento comenzaron a hablar sobre la mente y sus misteriosos mecanismos.
Las pescadoras
Anónimo hindú
Se trataba de un grupo de pescadoras. Después de concluida la faena, se pusieron en marcha hacia sus respectivas casas. El trayecto era largo y, cuando la noche comenzaba a caer, se desencadenó una violenta tormenta.
Llovía tan torrencialmente que era necesario guarecerse. Divisaron a lo lejos una casa y comenzaron a correr hacia ella. Llamaron a la puerta y les abrió una hospitalaria mujer que era la dueña de la casa y se dedicaba al cultivo y venta de flores.
Se trataba de un grupo de pescadoras. Después de concluida la faena, se pusieron en marcha hacia sus respectivas casas. El trayecto era largo y, cuando la noche comenzaba a caer, se desencadenó una violenta tormenta.
Llovía tan torrencialmente que era necesario guarecerse. Divisaron a lo lejos una casa y comenzaron a correr hacia ella. Llamaron a la puerta y les abrió una hospitalaria mujer que era la dueña de la casa y se dedicaba al cultivo y venta de flores.
sábado, 28 de mayo de 2011
Las dos ranas
Anónimo hindú
He aquí una rana que había vivido siempre en un mísero y estrecho pozo, donde había nacido y habría de morir.
Pasó cerca de allí otra rana que había vivido siempre en el mar. Tropezó y se cayó en el pozo.
-¿De dónde vienes? -preguntó la rana del pozo.
He aquí una rana que había vivido siempre en un mísero y estrecho pozo, donde había nacido y habría de morir.
Pasó cerca de allí otra rana que había vivido siempre en el mar. Tropezó y se cayó en el pozo.
-¿De dónde vienes? -preguntó la rana del pozo.
La rueda del tiempo
Anónimo hindú
En la India dos hombres caminaban por el campo. El más anciano dijo:
-Estoy cansado. Por favor, ve a buscar un poco de agua en los pozos que se ven al otro lado del arrozal. Te espero a la sombra de estos árboles.
El joven cruzó el campo y en el pozo se encontró con una muchacha que estaba sacando agua. Se sintió atraído por ella y suavemente le preguntó su nombre.
En la India dos hombres caminaban por el campo. El más anciano dijo:
-Estoy cansado. Por favor, ve a buscar un poco de agua en los pozos que se ven al otro lado del arrozal. Te espero a la sombra de estos árboles.
El joven cruzó el campo y en el pozo se encontró con una muchacha que estaba sacando agua. Se sintió atraído por ella y suavemente le preguntó su nombre.
La niña y el acróbata
Anónimo hindú
Era una niña de ojos grandes como lunas, con la sonrisa suave del amanecer. Huérfana siempre desde que ella recordara, se había asociado a un acróbata con el que recorría, de aquí para allá, los pueblos hospitalarios de la India. Ambos se habían especializado en un número circense que consistía en que la niña trepaba por un largo palo que el hombre sostenía sobre sus hombros.
Era una niña de ojos grandes como lunas, con la sonrisa suave del amanecer. Huérfana siempre desde que ella recordara, se había asociado a un acróbata con el que recorría, de aquí para allá, los pueblos hospitalarios de la India. Ambos se habían especializado en un número circense que consistía en que la niña trepaba por un largo palo que el hombre sostenía sobre sus hombros.
viernes, 27 de mayo de 2011
La naturaleza de la mente
Anónimo hindú
Se trataba de un hombre que llevaba muchas horas viajando a pie y estaba realmente cansado y sudoroso bajo el implacable sol de la India. Extenuado y sin poder dar un paso más, se echó a descansar bajo un frondoso árbol. El suelo estaba duro y el hombre pensó en lo agradable que sería disponer de una cama. Resulta que aquél era un árbol celestial de los que conceden los deseos de los pensamientos y los hacen realidad. Así es que al punto apareció una confortable cama.
Se trataba de un hombre que llevaba muchas horas viajando a pie y estaba realmente cansado y sudoroso bajo el implacable sol de la India. Extenuado y sin poder dar un paso más, se echó a descansar bajo un frondoso árbol. El suelo estaba duro y el hombre pensó en lo agradable que sería disponer de una cama. Resulta que aquél era un árbol celestial de los que conceden los deseos de los pensamientos y los hacen realidad. Así es que al punto apareció una confortable cama.
La madera de sándalo
Anónimo hindú
Era un hombre que había oído hablar mucho de la preciosa y aromática madera de sándalo, pero que nunca había tenido ocasión de verla. Había surgido en él un fuerte deseo por conocer la apreciada madera de sándalo. Para satisfacer su propósito, decidió escribir a todos sus amigos y solicitarles un trozo de madera de esta clase. Pensó que alguno tendría la bondad de enviársela. Así, comenzó a escribir cartas y cartas, durante varios días, siempre con el mismo ruego: “Por favor, envíame madera de sándalo”. Pero un día, de súbito, mientras estaba ante el papel, pensativo, mordisqueó el lápiz con el que tantas cartas escribiera, y de repente olió la madera del lápiz y descubrió que era de sándalo.
Era un hombre que había oído hablar mucho de la preciosa y aromática madera de sándalo, pero que nunca había tenido ocasión de verla. Había surgido en él un fuerte deseo por conocer la apreciada madera de sándalo. Para satisfacer su propósito, decidió escribir a todos sus amigos y solicitarles un trozo de madera de esta clase. Pensó que alguno tendría la bondad de enviársela. Así, comenzó a escribir cartas y cartas, durante varios días, siempre con el mismo ruego: “Por favor, envíame madera de sándalo”. Pero un día, de súbito, mientras estaba ante el papel, pensativo, mordisqueó el lápiz con el que tantas cartas escribiera, y de repente olió la madera del lápiz y descubrió que era de sándalo.
jueves, 26 de mayo de 2011
El yogui tántrico
Anónimo hindú
Era un yogui abstinente que había aprendido a canalizar todas sus energías sexuales hacia el desarrollo espiritual. Vivía en una casita a las afueras del pueblo y era frecuentemente requerido por devotos que le reclamaban instrucción mística. Cierto día, un grupo de buscadores lo visitaron y le expusieron la siguiente cuestión:
-Maestro, nos preguntamos cómo puedes asumir tan fácilmente tu soledad, cómo no echas de menos a una mujer que te acompañe y te sirva de apoyo y consuelo.
Era un yogui abstinente que había aprendido a canalizar todas sus energías sexuales hacia el desarrollo espiritual. Vivía en una casita a las afueras del pueblo y era frecuentemente requerido por devotos que le reclamaban instrucción mística. Cierto día, un grupo de buscadores lo visitaron y le expusieron la siguiente cuestión:
-Maestro, nos preguntamos cómo puedes asumir tan fácilmente tu soledad, cómo no echas de menos a una mujer que te acompañe y te sirva de apoyo y consuelo.
miércoles, 25 de mayo de 2011
El loro que pide libertad
Ésta es la historia de un loro muy contradictorio. Desde hacía un buen número de años vivía enjaulado, y su propietario era un anciano al que el animal hacía compañía. Cierto día, el anciano invitó a un amigo a su casa a deleitar un sabroso té de Cachemira.
Los dos hombres pasaron al salón donde, cerca de la ventana y en su jaula, estaba el loro. Se encontraban los dos hombres tomando el té, cuando el loro comenzó a gritar insistente y vehementemente:
-¡Libertad, libertad, libertad!
martes, 24 de mayo de 2011
El falso maestro
Anónimo hindú
Era un renombrado maestro; uno de esos maestros que corren tras la fama y gustan de acumular más y más discípulos. En una descomunal carpa, reunió a varios cientos de discípulos y seguidores. Se irguió sobre sí mismo, impostó la voz y dijo:
-Amados míos, escuchen la voz del que sabe.
Era un renombrado maestro; uno de esos maestros que corren tras la fama y gustan de acumular más y más discípulos. En una descomunal carpa, reunió a varios cientos de discípulos y seguidores. Se irguió sobre sí mismo, impostó la voz y dijo:
-Amados míos, escuchen la voz del que sabe.
domingo, 22 de mayo de 2011
El eremita astuto
Anónimo hindú
Era un eremita de muy avanzada edad. Sus cabellos eran blancos como la espuma, y su rostro aparecía surcado con las profundas arrugas de más de un siglo de vida. Pero su mente continuaba siendo sagaz y despierta y su cuerpo flexible como un lirio. Sometiéndose a toda suerte de disciplinas y austeridades, había obtenido un asombroso dominio sobre sus facultades y desarrollado portentosos poderes psíquicos. Pero, a pesar de ello, no había logrado debilitar su arrogante ego. La muerte no perdona a nadie, y cierto día, Yama, el Señor de la Muerte, envió a uno de sus emisarios para que atrapase al eremita y lo condujese a su reino.
Era un eremita de muy avanzada edad. Sus cabellos eran blancos como la espuma, y su rostro aparecía surcado con las profundas arrugas de más de un siglo de vida. Pero su mente continuaba siendo sagaz y despierta y su cuerpo flexible como un lirio. Sometiéndose a toda suerte de disciplinas y austeridades, había obtenido un asombroso dominio sobre sus facultades y desarrollado portentosos poderes psíquicos. Pero, a pesar de ello, no había logrado debilitar su arrogante ego. La muerte no perdona a nadie, y cierto día, Yama, el Señor de la Muerte, envió a uno de sus emisarios para que atrapase al eremita y lo condujese a su reino.
sábado, 21 de mayo de 2011
El contrabandista
Anónimo hindú
Todos sabían que era indiscutiblemente un contrabandista. Era incluso célebre por ello. Pero nadie había logrado jamás descubrirlo y mucho menos demostrarlo. Con frecuencia, cruzaba de la India a Pakistán a lomos de su burro, y los guardias, aun sospechando que contrabandeaba, no lograban obtener ninguna prueba de ello
Todos sabían que era indiscutiblemente un contrabandista. Era incluso célebre por ello. Pero nadie había logrado jamás descubrirlo y mucho menos demostrarlo. Con frecuencia, cruzaba de la India a Pakistán a lomos de su burro, y los guardias, aun sospechando que contrabandeaba, no lograban obtener ninguna prueba de ello
viernes, 20 de mayo de 2011
El barquero inculto
Anónimo hindú
Se trataba de un joven erudito, arrogante y engreído. Para cruzar un caudaloso río de una a otra orilla tomó una barca. Silente y sumiso, el barquero comenzó a remar con diligencia. De repente, una bandada de aves surcó el cielo y el joven preguntó al barquero:
-Buen hombre, ¿has estudiado la vida de las aves?
Se trataba de un joven erudito, arrogante y engreído. Para cruzar un caudaloso río de una a otra orilla tomó una barca. Silente y sumiso, el barquero comenzó a remar con diligencia. De repente, una bandada de aves surcó el cielo y el joven preguntó al barquero:
-Buen hombre, ¿has estudiado la vida de las aves?
jueves, 19 de mayo de 2011
El atolladero
Anónimo hindú
He aquí que un hombre entró en una pollería. Vio un pollo colgado y, dirigiéndose al pollero, le dijo:
-Buen hombre, tengo esta noche en casa una cena para unos amigos y necesito un pollo. ¿Cuánto pesa éste?
El pollero repuso:
-Dos kilos, señor.
El cliente meció ligeramente la cabeza en un gesto dubitativo y dijo:
-Éste no me vale entonces. Sin duda, necesito uno más grande.
He aquí que un hombre entró en una pollería. Vio un pollo colgado y, dirigiéndose al pollero, le dijo:
-Buen hombre, tengo esta noche en casa una cena para unos amigos y necesito un pollo. ¿Cuánto pesa éste?
El pollero repuso:
-Dos kilos, señor.
El cliente meció ligeramente la cabeza en un gesto dubitativo y dijo:
-Éste no me vale entonces. Sin duda, necesito uno más grande.
miércoles, 18 de mayo de 2011
El arte de la observación
Anónimo hindú
El discípulo llegó hasta el maestro y le dijo:
-Guruji, por favor, te ruego que me impartas una instrucción para aproximarme a la verdad. Tal vez tú dispongas de alguna enseñanza secreta.
El discípulo llegó hasta el maestro y le dijo:
-Guruji, por favor, te ruego que me impartas una instrucción para aproximarme a la verdad. Tal vez tú dispongas de alguna enseñanza secreta.
lunes, 16 de mayo de 2011
Depende de quién proceda la orden
Anónimo hindú
Estaban amigablemente departiendo el monarca y uno de sus ministros. El ministro estaba muy interesado por la evolución espiritual y practicaba asiduamente el mantra. Hablaban sobre el tema.
-¿Puedo yo elegir mi propio mantra y tendrá el mismo poder que tiene el que te ha entregado tu mentor? -preguntó el monarca.
Estaban amigablemente departiendo el monarca y uno de sus ministros. El ministro estaba muy interesado por la evolución espiritual y practicaba asiduamente el mantra. Hablaban sobre el tema.
-¿Puedo yo elegir mi propio mantra y tendrá el mismo poder que tiene el que te ha entregado tu mentor? -preguntó el monarca.
sábado, 14 de mayo de 2011
Cómo fueron engañados los malos hijos
Anónimo hindú
Un hombre muy rico, creyendo que estaba a punto de morir, llamó a sus hijos y dividió entre ellos sus propiedades. Sin embargo, no murió, y al levantarse de la cama se encontró con que sus hijos ya no lo querían, ni tenían con él las delicadezas de antes, cuando todos esperaban conseguir mayor parte de su fortuna.
Un hombre muy rico, creyendo que estaba a punto de morir, llamó a sus hijos y dividió entre ellos sus propiedades. Sin embargo, no murió, y al levantarse de la cama se encontró con que sus hijos ya no lo querían, ni tenían con él las delicadezas de antes, cuando todos esperaban conseguir mayor parte de su fortuna.
Cuento de las dos vasijas
Anónimo hindú
Un aguador de la India tenía sólo dos grandes
vasijas que colgaba en los extremos de un palo y que llevaba sobre los hombros.
Una tenía varias grietas por las que se escapaba el agua, de modo que al final
de camino sólo conservaba la mitad, mientras que la otra era perfecta y
mantenía intacto su contenido. Esto sucedía diariamente. La vasija sin grietas
estaba muy orgullosa de sus logros pues se sabía idónea para los fines para los
que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba avergonzada de su propia
imperfección y de no poder cumplir correctamente su cometido. Así que al cabo
de dos años le dijo al aguador:
miércoles, 11 de mayo de 2011
Cada hombre una doctrina
Anónimo hindú
Era un discípulo honesto y de buen corazón, pero todavía su mente era un juego de luces y sombras y no había recobrado la comprensión amplia y conciliadora de una mente sin trabas.
Era un discípulo honesto y de buen corazón, pero todavía su mente era un juego de luces y sombras y no había recobrado la comprensión amplia y conciliadora de una mente sin trabas.
martes, 10 de mayo de 2011
Ansia
Anónimo hindú
Era un padre de familia. Había conseguido
unas buenas condiciones de vida y había enviudado, después de que sus hijos se
hicieran mayores y encauzaran sus propias vidas. Siempre había acariciado la
idea de dedicarse a la búsqueda espiritual y poder llegar a sentir la unidad
con la
Conciencia Universal. Ahora que ya no tenía obligaciones
familiares, decidió ir a visitar a un yogui y ponerlo al corriente de sus
inquietudes, pidiéndole también consejo espiritual.
domingo, 8 de mayo de 2011
Los barcos viejos
Anónimo chino
Cuando Yu Li-si abandonó la capital para
regresar a su pueblo natal, el primer ministro puso un funcionario a su
disposición para que lo acompañara y le dijo:
-Elige para tu viaje el barco del
gobierno que más te agrade.
sábado, 7 de mayo de 2011
La falsa vieja
Anónimo chino (siglo XVII)
Durante el período Ch’eng-Hua de nuestra
dinastía, vivía en Shan-tung un joven llamado Moral-en-flor, cuyos padres
poseían una fortuna respetable. Justo acababa de atarse los cabellos detrás de
su bonete de hombre; su fresco y rosado cutis se sumaba al delicado encanto de
sus rasgos.
Un día, yendo a visitar a un tío suyo en
una aldea cercana, fue sorprendido en el camino por un fuerte aguacero, y
corrió a buscar abrigo en un templo abandonado; y allí, sentada en el suelo y
esperando que la lluvia cesara, había una anciana. Moral-en-flor se sentó
también, y como la lluvia aumentara en intensidad, se resignó también a
esperar.
jueves, 5 de mayo de 2011
El paisajista
Anónimo chino
Un pintor de mucho talento fue enviado
por el emperador a una provincia lejana, desconocida, recién conquistada, con
la misión de traer imágenes pintadas. El deseo del emperador era conocer así
aquellas provincias.
miércoles, 4 de mayo de 2011
El mono blanco
En el año 545, bajo la dinastía de los
Liang, el emperador envió al sur una expedición comandada por el general Lin
King. Al llegar a Kuelín, el general enfrentó a las fuerzas rebeldes coaligadas
de Li Che-ku y de Tchen Tche, mientras que su lugarteniente Euyang Ho penetraba
hasta Tchangle, limpiando de enemigos todas las cavernas e internándose en un
terreno peligroso.
lunes, 2 de mayo de 2011
El hombre que toca la flauta celestial
Anónimo chino
Hace muchísimos años, al pie de las
montañas Cinco Dedos, vivía un hombre que tocaba maravillosamente la flauta de
bambú. Tan bien la tocaba que la oropéndola no se atrevía a competir con él, el
mirlo no entonaba tan bellas melodías y ni siquiera la alondra trinaba con tan
rica sonoridad. Cuando empezaba a tocar la flauta, los pájaros se detenían en
pleno vuelo, los campesinos que labraban la tierra, dejaban sus faenas; los
ancianos se sentían rejuvenecer y los niños saltaban de alegría... Y tan
hermosa era su música que la gente creía que había bajado del cielo, por lo que
le apodaron “Hombre que toca la flauta celestial”.
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